La cruzada para intentar frenar la escalada de la contaminación está siendo una constante desde hace ya varios años a nivel mundial. Uno de los principales vectores de la misma lo encontramos en los plásticos, y más concretamente en los microplásticos.

Hoy ponemos la lupa sobre esas diminutas partículas, y en los principales usos que la cosmética y detergencia les venían dando hasta ahora.

Empecemos por el comienzo, ¿Qué son los microplásticos?

Podemos definirlos como piezas muy pequeñas de plástico. Si bien aún no existe un consenso exacto sobre a partir de a qué tamaño puede considerárseles como tal, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) utiliza el parámetro de inferior a 5 mm para clasificarlos. Son divididos en dos categorías: microplásticos primarios y microplasticos secundarios.

Microplasticos primarios: Son partículas fabricadas deliberadamente en ese tamaño para usar en productos de forma directa.

Microplasticos secundarios: Estos surgen de la descomposición de plásticos de mayor tamaño en la naturaleza, los cuales se van desintegrando en partículas cada vez más y más pequeñas.

Aunque nos parezca extraño, hay gran cantidad de microplásticos en nuestro entorno, provenientes ,por ejemplo, de: ropa sintética, cosméticos, ciertos alimentos (sal, mariscos, cerveza, harinas..), detergentes, pinturas, y un sinfín más.

Cosmética y detergencia

Como ya habíamos indicado, es en los sectores de la cosmética y de la detergencia, donde se dan algunos de los usos mayoritarios de este tipo de microesferas; pudiendo observar su presencia en diversos productos tales como: geles de ducha, peelings, lápices labiales… Es a su vez, un exfoliante muy efectivo, que además se ha usado para mejorar la absorción y la apariencia de cremas y lociones.

Ya en entornos más industriales, también han encontrado su hueco en forma de agentes de fricción en geles o pastas para suciedades de alto grado.

Estas partículas que tan utilizadas han sido en estas actividades, al no ser solubles en el agua y tener un bajo nivel de biodegradabilidad, se van depositando en el ambiente, principalmente en mares y océanos.

Por esta razón, su uso tiene ya los días contados, según ha previsto la legislación española, siguiendo la normativa europea para la prohibición de cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos intencionadamente.

Desde Jabones Calvo siempre hemos estado altamente concienciados con todo tipo de mejoras que ayuden en la mejor conservación del medio ambiente. De hecho, esa política es uno de los pilares básicos sobre los que gira nuestro plan de desarrollo e innovación.

Es por ello que, hace ya varios años, iniciamos un proyecto específico con el objetivo de eliminar los microplasticos en la composición de nuestras formulaciones. Para ello, buscamos alternativas naturales que fueran biodegradables para sustituir los agentes plásticos, trabajando con productos tales como:

mazorca de maíz
hueso de oliva
cascara de nuez

Y de ahí nació nuestra gama eko.

Gama EKO

En esta nueva gama todas las partículas de arrastre son de origen puramente natural, siendo así, libres de microplásticos.

Todo ello sin perder un ápice de poder de limpieza ni fricción, con variedad de productos y distintos tipos de granulometría al gusto del consumidor, logrando formulaciones que incluso se han mostrado superiores a las tradicionales y que han tenido una gran acogida entre nuestros clientes.

Una vez más la naturaleza nos ofrece la solución más eficiente.

Pero no nos vamos a detener aquí. Tenemos en el horizonte nuevos retos por delante, como un proyecto para la implementación de envases y embalajes que sean 100% reciclados potenciando así la economía circular que se impone imprescindible. Seguimos, a su vez, en constante estudio de nuevos materiales biodegradables que aúnen eficacia y cuidado del medio ambiente.

Entendemos que no hay otro camino futuro, más que trabajar en esa simbiosis entre buen producto y la sostenibilidad de nuestro entorno.

Obtén más información sobre la Gama EKO